Solidar Suiza administra el Fondo para Proyectos Culturales de la Embajada Suiza en Bolivia, este fondo tiene el objetivo de apoyar iniciativas locales, a fin de reforzar la identidad cultural y la integración en el país, identificando nuevos talentos y trabajando principalmente con poblaciones de áreas rurales y urbano-marginales.

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AFROS... UNA IMAGEN PARA SIEMPRE

Comunidades de Thaco, Yabalo y Chicaloma /La Paz
Talleristas y participantes del proyecto durante una jornada realizando 
"Fotografía de Campo"
"Chicaloma" Fotografía tomada por una de las niñas de Chicaloma
Al descubrir las minas de plata en el Cerro Rico de Potosí, los españoles trajeron nativos africanos para trabajar como esclavos en la explotación de minerales, pero debido a las bajas temperaturas de esta región, muchos esclavos murieron. Se estima que aproximadamente 8 millones de africanos y nativos murieron trabajando en los socavones del Cerro Rico. Después de la época colonial, continuó la esclavitud para el pueblo afroboliviano, trabando en la cálida región de los Yungas del departamento de La Paz en tareas agrícolas. La libertad del pueblo afro-boliviano en el país data de hace apenas 50 años, y desde entonces se ha fortalecido una lucha constante por la reivindicación de sus derechos, que todavía atraviesan muchas situaciones de discriminación.

Los rasgos más antiguos de su cultura en música, danza, e historia fueron compartidos con la niñez de tres pueblos Yungueños para crear “Afros… Una imagen para siempre”, el primer foto-libro elaborado por niñas y niños afrobolivianos, estas páginas hacen un paseo por las plantaciones de coca y café e invitan a conocer el largo trabajo diario de las familias y la conexión de este pueblo con su pasado ancestral.

"Telaraña" fotografía tomada por uno de los niños de Thaco
Ciento once niñas y niños de las comunidades de Chicaloma, Yabalo y Thaco formaron parte de este proyecto, recibiendo talleres sobre  ancestralidad afroboliviana, música afro, interculturalidad y fotografía social en sus escuelas; con todo este conocimiento volvieron a salir a sus comunidades, para verlas a través de una cámara fotográfica.

El foto-libro cuenta con 89 fotografías, que contribuyen al rescate y perduración de los saberes del pueblo afroboliviano, expresando desde la mirada de las niñas y niños el sentir y perspectiva de su pueblo “para que cuando sean mayores no se avergüencen de ser afrobolivianos y en cambio sientan respeto por su cultura” como señala Carmen Angola, directora de la Fundación Afrobo.


Lo que cuentan sus voces:


“Hemos aprendido mucho de la cultura afroboliviana y que todos somos iguales, también hemos aprendido a no discriminar, yo quisiera que vuelvan a mi comunidad” Niña fotógrafa de 9 años de la comunidad de Yabalo