Ciudad de El Alto /La Paz
Imagina que vives en un lugar donde nadie habla tu idioma... imagina que tú no puedes hablar el idioma de ese lugar; ahora imagina que necesitas tomar un medio de transporte para ir a un punto de la ciudad que nadie conoce y por mucho que muestras el mapa, nadie puede/quiere darte referencias de dónde se encuentra, sólo porque la comunicación está rota. En un mundo de bulla, el silencio parece ser sinónimo de ausencia, de invisibilidad.
Premier de los cortometrajes en la Cinemateca Boliviana |
Frente a esto, en de la ciudad de El Alto, un grupo de jóvenes sordos decidió romper este silencio y contar la realidad que les toca vivir a través de tres historias narradas con lenguaje cinematográfico, "expresarse es un derecho de todos, pero aprender a escuchar es decisión de cada uno" señala Jesús Carrizo, responsable del proyecto, quien además tuvo la inquietud de impulsar esta iniciativa porque es padre de una niña sorda.
Este proyecto ha comenzado a romper la brecha de comunicación entre sordos y oyentes. La primera semana se realizó la capacitación y adaptación en el manejo de la lengua de señas a los talleristas expertos en cine; en las siguientes semanas se tuvo la presencia de 18 jóvenes participantes para iniciar con el taller de teatro y posteriormente el taller de cine; para todos los participantes fue su primera experiencia en ambas artes; por lo que al inicio se encontraban muy tímidos y escépticos, sin embargo una vez que descubrieron este nuevo lenguaje, comenzaron a narrar muchas historias que querían contar con la cámara.
El primer cortometraje, apunta al problema social "La brecha de comunicación entre sordos y oyentes"; la historia está basada en la experiencia de los jóvenes participantes; quienes entre risas y tristeza recordaban un caso icónico que ilustra claramente este problema: un amigo sordo que falleció en medio de un malentendido porque "nadie lo quiso escuchar".
Durante un día de rodaje de los cortometrajes, los jóvenes comprometidos |
Y el tercer cortometraje "Avenida Esperanza", interpela a la sociedad oyente; muestra el diario vivir de la persona sorda, "...el no verlos como personas y mirarlos como si fuesen de otro planeta..." señala el padre de una de las niñas participantes; pero también muestra la empatía y la importancia de comunicarse con las otras personas, sin discriminación.
Al enterarse de este proyecto, varios medios de comunicación visitaron los talleres y entrevistaron a los jóvenes, esto permitió que ellos puedan exponer su realidad a la población; el 15 de abril realizaron el estreno de los cortometrajes en la Cinemateca Boliviana, con una sala completamente llena; Bolivia TV también apoyó esta iniciativa difundiendo los cortometrajes de manera gratuita.
Lo que cuentan sus voces:
"Ahora los chicos
están muy entusiastas, desean seguir adelante con este proyecto que logró levantarles la autoestima, ahora saben que ellos pueden hacer historia" Jesús Carrizo, padre de una de las niñas participantes y responsable del proyecto.